martes, 27 de abril de 2010

ENTREVISTA A PROFESORA DE UNIVERSIDAD

Entrevista realizada a la profesora de la asignatura Sociedad, Familia y Escuela del Grado de Educación primaria en la UCAM.
Belén Blesa Aledo

ENTREVISTA:

¿Qué opina de la relación que en la actualidad existe entre padres y profesores?
Se trata de una relación compleja que puede y debe contemplarse desde diferentes prismas. Considero que, por una parte, nos encontramos en un contexto democrático en el que se propicia bastante esta relación y existen muchos mecanismos para ello, pero por otro lado, las propias características de una sociedad tan individualista como la nuestra pueden enfrentar mucho los intereses de unos y otros en lugar de asumir que se trata de una tarea compartida, y creo que las contradicciones y las luchas de poder son barreras para la educación.

¿Cree que siempre ha sido así?
No, no siempre, pues la participación de las familias en la escuela se fomenta mucho más ahora, lo que no indica necesariamente ni en todos los casos que la comunicación sea mejor. Creo que se trata más que nada de una cuestión de actitud, de empatía y de respeto y esto no viene garantizado en sí mismo porque los padres puedan asistir a los centros y participar en numerosas actividades.

¿O la falta de relación entre la familia y la escuela es debido a que las actividades que se realizan no son lo suficientemente motivadoras?
Creo que es necesario distinguir entre buena relación y participación en actividades. Puede haber muy buena relación y que la participación no se caracterice por la abundancia, lo que no significa que haya desinterés por parte de la familia, sino que en muchos casos el ritmo de vida actual, concretamente el trabajo, explica que haya padres que no puedan intervenir en muchas de las actividades que se plantean. Otra cosa distinta es la indiferencia por parte de los padres y el delegar la educación de un modo cuasi absoluto en los maestros, actitudes que, por supuesto, también existen.
¿De quién cree que es el problema, de los padres o, por el contrario, de los profesores?
No creo que sea una buena opción buscar culpables, eso no ayuda a resolver las carencias actuales, aunque casi todos caemos alguna vez en ese tipo de sesgo. La educación es una responsabilidad compartida, y no solo por padres y escuela, sino por la sociedad en su conjunto. Cuando te preocupas por la educación de tus hijos o de tus alumnos de una manera sensata y responsable lo haces por toda la sociedad, pues ellos son el futuro de la sociedad y sus acciones u omisiones afectarán a los demás también. Tanto padres como maestros deben plantearse si están en una actitud adecuada, si son lo suficientemente responsables en su labor correspondiente y, sobre todo, reconocer el complemento que ofrece la otra figura.

¿Cree que un modo de fomentar la relación familia-escuela son las jornadas de convivencia que se realizan en los centros?
Puede ser una actividad atractiva, precisamente porque se sale del discurso convencional y estrictamente académico, y puede fomentar, reforzar lazos y franquear algunas barreras.

En la UCAM ¿hay algún tipo de relación entre ustedes los profesores y los padres de los alumnos matriculados, o sólo tratáis con los alumnos?
En la UCAM se concede mucha importancia a la familia como institución social y educadora, por ello se buscó desde el principio el cauce por el que los padres pudieran entrar en contacto con la Universidad siempre que lo quisieran, me refiero a la figura de los tutores personales.

¿Cree que hay algo que pudiera mejorar esta relación?
Pues en los niveles de infantil, primaria y secundaria, que es donde la relación resulta más obvia y necesaria _(en el caso de estudiantes de tercer nivel nos encontramos ya con adultos)_ insisto en la actitud, en el saber respetar el lugar del otro y ser colaboradores. Creo que, en definitiva, se trata de llegar al descubrimiento de que respecto a la educación debe primar que es un bien compartido, no una lucha de intereses. Con esto, que no es fácil, aun cuando los padres no puedan hacer demasiada presencia física en la escuela, están favoreciendo la educación de sus hijos.

¿Piensa que quizás la creación de escuelas de padres sería una buena opción para enseñar a cómo tratar a los alumnos y se fomentaría de la misma forma la relación entre familia y escuela?
Sí, sería un buen recurso para muchos padres que a veces se encuentran perdidos o faltos de habilidades para orientar algunas dificultades, también un modo de compartir experiencias y dificultades que fortalecería el vínculo familia-escuela.

¿Le parecería bien que entrasen los padres en el aula de primaria?
Sería un arma de doble filo porque podría fomentar la tendencia a fiscalizar la labor del docente, de hecho ya sin entrar en el aula hay padres que se dedican a hacerlo y, además, delante de sus hijos, lo que repercute negativamente sobre la autoridad del maestro/a y en consecuencia sobre la propia educación de sus hijos. Al contrario sería igual. Imagina que pudiera entrar un/a docente en una casa y observar lo que hace la familia, se daría el mismo riesgo.
Que se fomente la participación y la buena comunicación no significa que haya que confundir los roles y las funciones que les corresponden. Ahora bien, cuando los padres son invitados al aula con una finalidad concreta como participar en alguna actividad con los niños y maestros me parece estupendo. Supongo que para un niño esto es una prueba de que la escuela y la familia colaboran, y la escuela no es un enemigo.


Realizado por Mª Carmen Sáez Bernabeu con la colaboración de Lorena Martínez Martínez, Adela Rodríguez Romero y Beatriz Torrente García

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