La familia y la escuela son los dos contextos más importantes para el desarrollo humano. El potencial de ambos contextos aumentará si entre ambos sistemas se establecen relaciones fluidas, complementarias, cordiales y constructivas que tengan como objeto optimizar el desarrollo infantil.
La relación de colaboración es posible si existe:
1. Clara delimitación de los roles y las responsabilidades.
2. Confianza de los padres en el saber hacer profesional de los profesores.
3. Los profesores han de reconocer a la familia como primeros educadores.
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